Recomendaciones para ahorrar agua

HUESCA.- Desde el Instituto Aragonés del Agua se intenta siempre concienciar sobre el ahorro y uso eficiente del agua. Con respecto a las piscinas, se realizan estas recomendaciones: detectar y reparar antes del llenado las posibles pérdidas o fugas de agua; subir el fondo de piscinas a profundidades de no más de 1,80 a 2,20 metros; disponer de un circuito cerrado de depuración que permita reutilizar el agua; ajustar los porcentajes de renovación diaria del agua según la afluencia de público a la instalación; y mantenerlas cubiertas mientras no se utilizan para reducir la evaporación y los tratamientos para la limpieza del agua.

El IAA da también consejos sencillos de cumplir en casa y que también van a favorecer un menor consumo de recursos hídricos: poner los electrodomésticos llenos; ducharse en lugar de bañarse; tener el grifo el más tiempo posible cerrado cuando se lave la vajilla a mano; tirar de la cadena del WC lo imprescindible... Asimismo, existen dispositivos que permiten ahorrar agua en las viviendas como perlizadores (se incorporan a los grifos, mezclan agua con aire y permiten economizar más de un 40% de agua); limitadores de descarga y de llenado para las cisternas; reductores de caudal para duchas y grifos (ahorran entre un 40-60% de agua); o interruptores de caudal para la ducha (mientras la persona se enjabona, corta el agua y permite reanudar su uso sin tener que volver a regular la temperatura).

Además, el Instituto Aragonés del Agua enumera algunas buenas prácticas que se pueden aplicar en el jardín y en los vehículos: lavar el coche en un túnel de lavado (puede ahorrar casi 300 litros de agua respecto a hacerlo con manguera); evitar regar en horas calurosas y en días de mucho viento; reutilizar el agua usada para lavar la fruta y la verdura para regar macetas; plantar especies que requieran de poca agua; o siempre que se pueda, limpiar calzadas, aceras, patios o suelos de garaje con escoba y badil antes que con manguera y agua.

Por último, desde el IAA se hacen recomendaciones para los ayuntamientos en el caso de los jardines públicos: reducir el riego a lo mínimo imprescindible (es conveniente el asesoramiento de expertos para diseñar correctamente las redes de riego y establecer las dosis de agua a aplicar); cuando sea posible, utilizar preferentemente técnicas de riego por goteo, riego exudante y micro-aspersión; e instalar programadores horarios para optimizar el uso del agua y vigilar el correcto funcionamiento de aspersores y difusores.