«Viajar bien y barato implica una buena gestión del tiempo y del dinero»

Será a las 18.30 en el Salón de Actos del Gobierno Vasco. Organiza, a través de su oficina Gazte Informazioa, la dirección de Juventud, Educación, Cooperación y Derechos Humanos del Ayuntamiento. Habrá más movidas (información sobre carnets internacionales, visitas a la Bidaiateka, propuestas para participar en concursos tipo Gomendatzen Dizut: Te recomiendo...), pero nosotros nos quedamos con Álvaro, recién llegado de un periplo que saliendo de Ushuaia (la ciudad de la Tierra del Fuego cuyo nombre significa bahía que mira al poniente) le ha llevado hasta Bangkok. Álvaro vive, trabaja, ahorra y escribe para andar por los mundos. Andar bien, bonito y barato.

- Seguro que hay rutas de viajeros con mochila. Periplos que un andarín con tiempo y ganas (el dinero ya nos lo apañaremos) debe recorrer para marcarlo en su carnet de viajes, en su retina y alma.
- Las hay, claro que las hay. Es la América Latina. Estados Unidos, Canada. El Sudeste asiático, China. Australia y Nueva Zelanda. Son lugares en los que nadie, ni las autoridades, ni los habitantes ni los comercios, se asombran de la presencia continua de mochileros. Entre otras cosas, porque saben algo que muchas instituciones y cámaras de comercio cercanas ignoran todavía.
- Cuéntanos, ¿qué?
- Que a lo tonto, sin todo ese despliegue de tarjetas de crédito y alojamientos megacaros, los llamados mochileros, dejamos mucho dinero fresco y contante allá por donde pasamos. Quizás no en las tiendas high class pero sí en los supermercados, en los bares, en las terrazas, en los albergues. Mucho más, desde luego, que lo que dejan esos turistas a los que tanto miman las oficinas de turismo pero llegan aquí con todo el viaje cerrado, todas las excursiones pagadas en la agencia, todas las visitas con guía incluidas en el monto final del viaje. Algo que, además de no beneficiar a nadie en el punto de destino, es un gasto de dinero innecesario para el viajero.
- ¿Por qué? Si parece muy cómodo y barato: llego con todo pagadito y no gasto nada...
- Piénsalo bien: imagínate lo que le puede cobrar a un matrimonio de Nueva York su agencia de viajes por una visita guiada al Guggenheim de Bilbao.
- Un pastón, supongo.
- Y sin embargo, si cogieran sólo avión, o avión y alojamiento, una vez en Donostia o en Biarritz, descubrirían que ir a Bilbao por carretera es ágil, cómodo y barato. La entrada, sencillamente, se compra en taquilla. Y si eso pasa aquí, sucede lo mismo en medio mundo. Todos los servicios, todos, son más baratos en destino. Excursiones, visitas, autobuses, alquiler de coches. Incluso los hoteles.
- Pero buscarte tú mismo la vida implica mucho gasto... en tiempo.
- Por supuesto. Viajar bien, bonito y barato exige una buena gestión del tiempo y del dinero. Buena y muy diferente a la de comprar tus vacaciones en pack.
- Conforme, pero hay lugares, Venecia, por ejemplo, que por culpa del precio de los hoteles, resultan caros en paquete o a tu manera. Aunque rebajes el coste del vuelo...
- Te equivocas. Lo será si te quieres alojar entre el puente del Rialto y el de los Suspiros. ¿Nunca se te ha ocurrido pernoctar en tierra firme?
- ¿En el Mestre? Realmente...
- Sabes que está al otro lado de la estación de Santa Lucia. Bien, no será el Londra o el Danieli pero por 65 euros dormirás ¡en un castillo! Cierto que no despertarás frente a la Laguna pero estarás a cinco minutos de autobús de ella.
- Interesante. Otro elemento que puede hacer trizas tu presupuesto: la comida.
- ¿Y por qué tendría que ser así? Según a dónde viajes. La comida en toda América Latina es barata, fresca y muy sana. Pasa lo mismo en Asia. Allí todo te resultará sorprendente,rico y, tambien en ese continente, saludable.
- Sí, claro pero en Europa...
- Depende. Si viajas a tu bola, tienes que jugar mucho con mercados y super. Alejarte del centro y buscar la comida por otros barrios.
- E, imagino, en los mercados creados para calmar la nostalgia gastronómica de los emigrantes...
-Piensas en el afro oceánico de Brixton, sur de Londres, ¿verdad?
- Esto... sí. En Berlín recuerdo soberbios supermercados nocturnos bajo los túneles del tren.
- ¿Y nunca has estado en los comedores sociales de allá?
- No. En los universitarios, sí.
- La revista Stress Faktor publica semanalmente las calles y casas donde se encuentran los sociales.
- Pero eso será exclusivo para gente sin hogar, sin papeles, sin...
- Qué va. Son para quienes por mil motivos no pueden pagarse un menú del día por barato que sea. Tres platos en comedor social andará ahora por los dos euros.
- Para montarse un viaje así en el que hay que estar al loro, al tanto, de tantas cosas y señales habrá que dominar más de un idioma...
- Nunca está de más ni es mala cosa pero no vayas por el mundo creyendo que todo ser humano...
- Habla inglés. Lo sé. Se trata de otra leyenda urbana más.
- Hay que estar muy atentos a la realidad cultural del lugar a donde viajes. En Turquía, fuera del circuito turístico, seguro que no te hablan en inglés sino en...
- Alemán, porque el primer destino de la emigración turca fue Alemania.
- Exacto. Pero no te preocupes en exceso por los idiomas. Al final, atraviesas el mundo entero sin hablar todas las lenguas del mundo.
- Pregunta... supongo que si quiero viajar de Bilbao a Samoa para ver un partido de rugby...
- No sigas. Te resultará prácticamente imposible. De no ser así, te costará una fortuna. Si la tienes, pasarás 35 horas de avión en avión.
- ¿Entonces?
- Mira, en esos casos, lo mejor es situarse en un punto de operaciones claves. Un lugar neurálgico que controle la comunicación con las zonas cercanas. Es lógico que un Bilbao-Samoa sea casi imposible. Pero también lo es que la comunicación resulte más barata y práctica desde Australia o Nueva Zelanda, pues, vecinas, tienen saltos continuos a Samoa y Fidji. Para un chino, un vuelo Pekin-Quito implica casi la vuelta al mundo en 80 días. ¿No te parece de cajón que tenga que acercarse a Madrid por cuestión de que es un nudo de enlace con América?
- Comprendido. Si a Hawai...
- Vía San Francisco, claro.
- Un penúltimo consejo...
- En esa nueva gestión del tiempo, dedica unos cuantos días a enterarte de la realidad geopolítica cultural y social del país a visitar. Si sabes que en Francia el TGV se come a los trenes regionales, entenderás porque tienes tan pocas conexiones entre Grasse y Vintimiglia. Si piensas en la extensión de Brasil, comprenderás que allá, el mejor bus sea... un avión.

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