El Gobierno baraja volver a subir la luz en enero

Los próximos meses van a ser movidos en términos de tarifas eléctricas. El informe elaborado la semana pasada por la Comisión Nacional de la Energía (CNE), en el que proponía subidas del 31% en la luz a partir de enero para corregir la insuficiencia de ingresos (déficit de tarifa) que sufren las eléctricas, ha dejado el ambiente caldeado para que el Ministerio de Industria, que es el que tiene la última palabra, acometa una profunda revisión del mercado.

Es lo que se propone, en paralelo a las negociaciones con las eléctricas para resolver el problema del déficit. El secretario general de Energía, Pedro Marín, dejó ayer la puerta abierta a que, a partir de enero, pueda haber subidas en el recibo de la luz. «El Ministerio de Industria lo puede tomar en consideración [el informe de la CNE] siempre contemplando también otros temas, como los aspectos sociales y la gradualidad», dijo Marín. En cualquier caso, Marín descartó que el Gobierno lleve a cabo subidas tan relevantes como las que propone la CNE.

Liberalización
Marín participó en el X Encuentro Especializado del Sector Gasista, organizado por Unidad Editorial, que edita EXPANSIÓN y El Mundo, entre otras publicaciones.

Las jornadas, organizadas en colaboración con Sedigas, la patronal gasista, y patrocinadas por Gas Natural, sirvieron de escenario para que, al margen de la subida o no de precios que decida Industria para 2009, Marín diera a conocer uno de los cambios más trascendentales que se avecinan en el sector: el adelanto de la liberalización del mercado. La clave está en lo que se conoce como tarifa de último recurso (TUR, en sus siglas técnicas).
La TUR marcará un precio máximo de suministro de electricidad, que seguirá siendo regulado por el Gobierno.

Los clientes que no estén acogidos a la TUR, deberán negociar libremente con las eléctricas los precios de los contratos, o acogerse a sus ofertas en el libre mercado. Hasta ayer, faltaba definir qué clientes se podrán acoger a la TUR, y desde cuando, ya que la última legislación al respecto, de julio de 2007, sólo establecía un calendario orientativo. Esa legislación marcaba, como plazo máximo, la fecha del 1 de enero de 2010 para implantar la TUR para clientes de baja tensión (menos de 15 kilovatios –kw– de potencia contratada), y la fecha del 1 de enero de 2011 para clientes de menos de 50 kw.

El proyecto de Industria, que acaba de mandar un borrador con la nueva normativa al sector, no sólo pasa por abordar la liberalización cuanto antes, sino también darle más alcance. Industria establecerá una única TUR, para clientes con contratos de 15 kw o menos, a partir de julio de 2009. Todos los que estén por encima, deberán negociar libremente con las eléctricas sus recibos, o escoger entre las ofertas que supuestamente aparecerán en el mercado por la liberalización.

Industria dará un periodo transitorio, entre el 1 de enero y el 1 de julio para que los clientes que lo deseen (independientemente de la potencia contratada), puedan acogerse a contratos libres con las eléctricas. Los clientes que, estando dentro de los límites de la TUR, no hayan pasado al mercado libre antes de julio, automáticamente pasarán a ser clientes de la eléctrica que corresponda por la zona de suministro.

Para suministrar luz a precios de TUR, la normativa designa a Iberdrola, Endesa, Fenosa, HC y E.ON (antigua Viesgo). ¿Qué significa la TUR en términos de números de clientes? Poco o mucho, depende de cómo se mire. Se calcula que hay unos 24 millones de contratos de 15 kw o menos, fundamentalmente domésticos. Entre 800.000 y un millón de contratos podrían estar por encima, y afectarían a algunos hogares, pero, sobre todo, pequeñas y medianas empresas (pymes).

En términos, por tanto, de clientes domésticos, la liberalización eléctrica puede que ni se note (con la TUR, los precios van a seguir estando regulados). Ahora bien, para las empresas puede ser todo un reto. A partir de ahora van a tener que esforzarse en gestionar la factura de la luz, como con cualquier otro proveedor.

El adelanto de la liberalización es una concesión a las eléctricas, cuya negociación con Industria para resolver el déficit de tarifa se ha convertido en un toma y daca. Las eléctricas, no obstante, habían pedido que la TUR fuera más restrictiva, y afectara solo a los contratos de 10 kw o menos.

En el proceso hacia la TUR, también quedarán suprimidas las tarifas G4, las últimas que quedaban reguladas en alta tensión (para grandes empresas). En G4 permanecen los grupos Arcelor, Asturiana y Alcoa.

Garantía estatal en el déficit
Otra concesión que pueden lograr las eléctricas es que el Gobierno dote de garantía del Estado a la emisión de deuda para financiar el déficit. «Vamos a estudiar la evolución financiera», dijo ayer Marín. «Ninguna puerta está cerrada», comentó al respecto. La falta de liquidez bancaria hace necesario todo tipo de garantías para colocar deuda.

E.ON mirará más compras en España
El grupo alemán E.ON, que este año materializó la compra de Viesgo en España mantendrá los proyectos en marcha en este país pese a la crisis financiera. En una conferencia para presentar los resultados de los nueve primeros meses del año, el primer ejecutivo de E.ON, Wulf Bernotat, dijo que la compañía seguirá con la integración de Viesgo. En los nueve primeros meses del año, E.ON ganó 4.500 millones de euros, un 6% más que en el mismo periodo de 2007.

El grupo E.ON sigue pendiente de otras oportunidades en España y estudiará los activos que puedan vender Gas Natural y Unión Fenosa, en proceso de fusión. Las ventas de E.ON crecieron hasta septiembre un 22%, hasta 60.500 millones de euros.

Gas Natural pide un debate profundo sobre las primas renovables
El consejero delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca, abogó ayer porque se replanteen los subsidios a las energías renovables porque su elevado coste contribuye a elevar el déficit de tarifa eléctrica, cuya persistencia, subrayó, dificulta la entrada de nuevos operadores.

Villaseca intervino en el X Encuentro Especializado del Sector Gasista Español, organizado por Sedigas, patronal gasista, y Unidad Editorial. Villaseca aseguró que el déficit (que surge porque los ingresos obtenidos por la tarifa eléctrica son insuficientes para cubrir los costes del sistema) impide la liberalización real del mercado y el desarrollo de una verdadera competencia minorista.

Además, envía señales «distorsionadas» a los consumidores, que no pagan el coste real del servicio. Según el ejecutivo de Gas Natural, compañía que se encuentra en estos momentos en proceso de adquisición de Unión Fenosa, para resolver el «grave» problema del déficit hay que continuar con el alza «gradual» de las tarifas eléctricas y se tiene que evaluar el «sobrecoste» que implican las primas a las energías renovables.

«Debe evaluarse el coste que suponen los subsidios, no tanto porque tengamos dudas respecto a su bondad, si no porque se están cargando directamente en el déficit de tarifa», afirmó Villaseca.

Con todo, Villaseca se mostró a favor de que se de soporte a las renovables, porque ayudarán a reducir la dependencia energética, al tiempo que dijo que no hay duda de que es inevitable trasladar sus costes a las tarifas. Las primas supondrán más de 3.600 millones en 2009, lo que supone 80 euros por ciudadano (ver EXPANSIÓN del pasado martes).

Fueste: Expansion.com