Nuevas formas de ahorrar en telefonía móvil

En apenas diez años el teléfono móvil se ha convertido en un elemento indispensable de nuestra vida cotidiana y son pocas las personas que todavía pueden resistirse a contar con un terminal. Su utilidad está fuera de toda duda, pero desde un punto de vista financiero sólo supone un gasto fijo más al mes que sumar a los de luz, electricidad o teléfono fijo, por nombrar sólo algunas de las ‘facturas’ más comunes. Por eso cuando llega el momento de recortar costes, el móvil suele ser uno de los primeros en caer, ya que existen otros desembolsos con mayor prioridad.

Reducir la factura del móvil se puede dividir en dos partes, una psicológica y relacionada con elegir la tarifa y operadora que mejor se adapta a nuestras necesidades. La primera es lo que casi todo el mundo intenta también en primer lugar. Se trata de moderar el consumo bien con menos minutos de llamadas, no llamando fuera del horario más barato o haciendo un mayor uso de los mensajes de texto. En cualquier caso, suele ser complicado cambiar unos hábitos que se han ido forjando poco a poco pero durante mucho tiempo. Por eso, lo más normal suele ser terminar estudiando las opciones que ofrece el mercado.

La mayoría de personas intenta dejar la opción del estudio su factura y después del mercado para el final. Eso se debe a que a poca gente le resulta ‘divertido’ tener que zambullirse en un mar de números para saber a qué móviles, de qué compañías y cuándo llama. Por eso (además de los compromisos de permanencia) un alto porcentaje de usuarios se mantiene ‘fiel’ a su teleoperadora. En España pese a la liberalización del mercado de la telefonía móvil Movistar, Vodafone y Orange aglutina la mayor parte de las líneas.

El problema en este punto reside por un lago en el ‘miedo’ del consumidor a las nuevas y desconocidas marcas y por otro a la falsa creencia de que si buena parte de los números a los que se llaman son del mismo operador, la factura será más barata. En realidad el coste dependerá también de otros factores que no siempre se tienen en cuenta. Sin embargo, a las nuevas operadoras les está costando llegar al usuario final (debido también a la maquinaria publicitaria de las tres grades). Yoigo o Mas Movil son algunas de las más veteranas a las que recientemente se han sumado otras como Eroski o Carrefour.

Uno de estos recién llegados es Blau, una operadora de origen alemán que pertenece a KPN, el cuarto operador de telefonía móvil más grande de Europa. La diferencia de esta compañía y otras de las recién llegadas es su apuesta por la sencillez: una única oferta para todas las llamadas, sin complicados tramos horarios o precios distintos en función del operador al que se llama. Además, en este caso tampoco dispone de ofertas de terminales móviles. Su negocio es que las llamadas sean lo más baratas posibles preservando una buena calidad, por lo que por el momento prescinden de lo que pueda alejarles de ese objetivo, como por ejemplo los terminales móviles.

Además, tampoco trabajan con contratos, sólo con tarjetas de prepago, lo que facilita el control del gasto. Lo que sí disponen es de un sistema de recarga automática de forma el usuario nunca se quede sin saldo. Cada usuario elige la cantidad en la que desea que se active la recarga automática en caso de estar interesado por el servicio, lo que facilita estar al corriente del gasto. Así, por ejemplo, si se establece un límite de 20 euros se puede saber con qué frecuencia se alcanza esa cantidad en el móvil y controlar mejor el consumo.